jueves, 7 de mayo de 2015

TEORÍA INMÓVIL


Quieta. Para no escribir sobre el óxido. Es necesario dejar pasar de largo cualquier oscilación. Re-des-componerse, como si el método no tuviera más talco ni miseria. Muy quieta por dentro. Tan sólo mirar.

lunes, 26 de enero de 2015

ALIANZ-ARTE



Una reflexión sobre la importancia -y necesidad- de unificación, lazo, proyección entre creadores de todos los campos, como siempre ha sido y ahora, mucho más que nunca. El artista sólo debería estar solo en el proceso de creación, marginado en sí mismo, conviviendo en la frontera del riesgo por y para su labor. Después, en la resaca de lo innegable, caminar, exponerse, desabrocharse completamente a la crítica del mundo -de ese mundo que necesita y sueña otra terminología para expresarse, otros paisajes a los que dar otro sentido, otredad de la dimensión imaginaria, las otras respuestas en definitiva- Después, ahora digo, no es justo dejarles en ese camino, vilipendiados por la casta de los repetidores del curso de la ignorancia, cum laudem de la envidia, la risa falaz de la complacencia en el cliché oficioso de algunos trofeos de escaparate. El arte, la cultura, necesitan seguir formando parte de nosotros. Cadena perpetua para los analfabetos gestores, sus migas y sus zafarranchos de combate intelectualoides. Tribus triviales, virales, e intocables: con el arte no se juega. Con el pan, menos.

(Videopema realizado por el artista y fotógrafo Martín Sampedro del libro "La hija del Capitán Nemo")


lunes, 19 de enero de 2015

LA LLAMA AZUL

Perfora mi ropa como lo haría la pavesa de un cigarrillo, traspasando la carne a través de la hendidura sangrante de la carne. Latente en la consumación absurda donde el razonamiento es una línea recta en el monitor de una parada cardiaca. A el fin le da igual el mientras y el después. Ha estado vigilando siempre nuestro miedo tras los visillos del salón, orinándose en sus dobladillos, debajo del suelo, en la humedad indecorosa del salón de invitados. Las esquelas de los malos presagios pernoctan en el horror de la genética. Revisen y cambien sus colchones. Hay quienes respiran en los muros apuntalados por otros cometas, como una araña preñada y reventada prematuramente por un zapato. Medio millón de arañas recién nacidas y muertas a la vez. Celebración del ser, de una u otra forma. Qué más da si perdemos la casa si ya habíamos endeudado las llaves a la ciudad donde las sirenas sólo llegan a los primeros auxilios. La ignorancia devora las polillas de los libros que nunca debieron ser escritos, el nervio occipital de la piedra que espera ser descifrada en su condición de eternidad. Tengo los intestinos rebosando nostalgia y necedad a partes iguales. Deteneos un segundo. Notaréis cómo respiran. Desempolvar los libros. La tristeza es un cebo para la locura. Que caduquen las advertencias en los lácteos, en los coleópteros de las defecaciones imperialistas, en los conquistadores de estrellas, sus supernovas automáticas con ubres infinitas. Las neveras están vacías de misericordia. Ha resistido en la faringe donde se agitan los cadáveres del polo norte, en el calcio insoluto de los huesos de la fe. Parad. No se líen. Las columnas de los grandes templos tampoco pueden salvar los grafittis. Así no hay quien duerma ni quien despierte. De qué hablamos sin decir. Qué contaban los libros. Vivir y que nos queme. Arder. Que no tenga que ser escrita. Piedad, digo. Desaparecer sin dejar rastro. La inexistencia también es un don. Y además, no duele.


domingo, 14 de diciembre de 2014

NORMAS DEL AZAR


"Igual que dios vive de su fe
Cada vigilia se asocia con tu muerte"

(Chema Lagarón. "Decimal")


Hoy desobedeces a los signos en el turno donde ensaya la fiebre. Si tú fueras las respuestas, si mudaras de carne viva cada paso hacia lo inasible, en el verbo donde las huidas se miden en el insomnio de la conciencia. Si tú, todos los mundos y la ecuación del cosmos a la vez. Pero hoy respiras entre la catarsis centesimal de la melancolía y el hemisferio sur de la piel. Si tú, digo, pudieras inventar todo de nuevo, bailar desnudo en el ánima de los amantes ciegos. La leyenda se viste de inmortal en el ojo del Minotauro, en las mezquitas clausuradas por el diapasón del deseo. Danza sobre los anaqueles de los impostores del alba, en los márgenes que claman con rigor púrpura el código de la verdad. Di tú, Chema. Anota que la palabra redime la inocencia (tú, infante doloso en el laboratorio de la imperfección). Vivir en la resistencia sacramental de la vigilia en las estaciones y aeropuertos. Soñar, tal vez no soñar. Mientras, escribes en el pasaporte de las horas sobre la velocidad de la belleza, la conjugación celular de los cuerpos. Sangrar, tal vez sangrar. No tiembles ya más en el nervio nocturno del aniquilamiento seminal. Los ángeles del pasado despegan en un vuelo express hacia la memoria. Hemos atrasado el tiempo de las sombras. Eres el prefijo exacto entre el antes y el después. Di ahora. La poesía ha cancelado hoy todas las tormentas.  

(Texto para la presentación de "Decimal", de Chema Lagarón. Ediciones Tigres de papel  https://www.tigresdepapel.es
 Imagen "El lamento de Ícaro", Herbert James Draper)



domingo, 21 de septiembre de 2014

MIEDO A VOLAR


Estamos toda la soledad y yo. Y la lluvia que anticipa el otoño más incierto. Qué edad pudo contar tu furia y la mía. En qué lenguas se anticiparon las manos que ya no tocan las nuestras. La dicha gotea música en ese canalón que está en el límite de las horas. Alquimia del verbo en la corta distancia. No suena igual una tormenta en primavera. La garza quieta. Recuerda la garza quieta. Tan enferma de piedad y arroz celebrándonos por encima del hambre. Supimos que la madrugada rompería el silencio cuando no hubiera palabras para instantes como éste. Pero llueve. Llueve sobre nuestra ausencia. Es fácil quedarse en el azul con una promesa aguantando entre los dientes. Casi tan insoportable como el miedo a volver a volar.  Que nadie ose recordarnos otra vez las hojas muertas. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

TANTRA


Mira cómo mueve las manos la noche
Duérmeme
Silencia el canto de las hojas
Que todo tú sea
La única verdad
Y que despierte
Que todo tú existas
En algún lugar
Sigo aquí
En cualquier noche
En cualquier noche
Sigo aquí

domingo, 31 de agosto de 2014

LIKE A ROLLING STONE


Regresar de donde no se vive, de lugares en los que lo incuestionable son playas y estampas de folletos turísticos con nombres veloces como los cometas. Dejamos atrás rincones hermosos donde nuestra presencia quiebra el instante de la historia en una fotografía. Posar con la sonrisa de conejo, la pupila detenida en la hibernación de los dioses. Mostrar el gran banquete de lo efímero en la pobreza del tiempo. Uno vuelve a su pesar, aunque nunca quiso estar de donde parte. El origen del viaje, es el principio de la fuga de uno mismo. Ver lo que nadie cree haber visto y que lo constate nuestra huella. Ir sabiendo que se debe volver. Que todo quede intacto. Llegar de nuevo dejando el estómago vacío a esos paisajes que alimentamos para nuestro propio ego, tal vez los mismos donde un día fuimos acariciados por la eternidad. Tal vez los que nunca nos esperen y donde ya dejamos de existir. Bienvenidos sean todos. Sólo las piedras entienden las despedidas.

jueves, 24 de abril de 2014

LA OTRA CONSPIRACIÓN







Sólo tú sabes robarme,
ganarle el pulso a las hormigas que me trepan”


(Milagros López)






Que haya transformación, y que comience conmigo”
(Marilyn Fergurson)



Adiestrar el cuerpo lleva su tiempo. Llevarlo al epicentro de la tempestad. Hundirlo en el azul cobalto del abismo, arrastrarlo por el lodo. Sepultar la memoria bajo el lienzo luminiscente del silencio . El mundo acaba de expirar. Calma. Todo volverá a iniciarse cuando baje la marea. La niña que paseaba por la arena encuentra un pez dorado en el adagio de una ola. Ambos renacen en el cobijo húmedo del abrazo. La melancolía del sauce añora la savia del corazón. El mañana es un sueño en la evaporación del sexo, el canto secreto de las ninfas mientras Eros hace el amor en el envés de la sal. Ser el otro, ansiarse en el incendio del otro, rosacruz sintagma donde se cristaliza el verbo ciego de la razón y los amantes firman un contrato sobre las piedras. Más allá asistimos a la verdadera agitación de la conciencia, el equilibrio revolucionario de una nueva era. El viaje comienza donde termina la frontera de la oscuridad. Trascender el cosmos, anclar la eternidad sin billete de vuelta. Dar a la ciencia otra dimensión en el calendario estival donde siempre bailarán las doncellas en el cuarto creciente. El dogma comienza cada mañana a la señal de quien espera ser amado. Plenitud al fin en el territorio de luz, dice la poeta. El mar necesita ser comprendido. Esto sólo es posible en un intercambio de espacios. El pez niña, la niña dorada.
Aquí se sujeta lo indecible, lo que encierra el poema. Escuchar. En la verticalidad del cielo y el límite celeste hallaremos ese umbral de sabiduría infinita. Seamos, pues, el mañana siempre. Toda vigilia tiene su recompensa. 

(Prólogo para el libro de Milagros López "A ras del mar". Editorial Torremozas, 2014. Imagen de Elena Kalis)




sábado, 11 de enero de 2014

PODA DE INVIERNO



De noche
Limpio los interruptores
La mugre en la luz
Con un trapo húmedo
Desecho las ramas del olivo
Lo inerte
A tijera de pez
Es hora de celebrar
Con las manos en la tierra
El último invierno
El último desorden

(Fotografía de Javier Gimeno Maté)

domingo, 24 de noviembre de 2013

CUENTO DE OTOÑO


Desde el principio de los tiempos, el amo del lobo hizo lo imposible para no dejarse ver. Mandaba cada noche una cuadrilla con sus mejores sementales para avivar la sed de las doncellas bajo sus camas mientras dormían. Esperaban el instante en que la voluntad bajara el telón en el intermedio de la razón para sacudir sus patas y meterles el hocico en la garganta y pararles el corazón y la aguaviva de las pesadillas antes de caer al imperio del deseo.

Otras veces, adiestraba un epílogo en medio del bosque donde los mayores buscaban setas en otoño. Sabía perfectamente donde morder. La yugular acababa confundiéndose con las raíz de un árbol. Pero el amo iba por detrás y organizaba un festín por todo lo alto con los solteros del reino. La sangre de la memoria oxidaba las cadenas. Era lo único que nunca pudo dominar. Caperucita, por aquel entonces, aún no estaba inventada. Ni el antídoto que emborrachaba la manzana del engaño. Ni la anestesia. De hecho, no hay perdedores en este cuento. Sigue tú. Escribe que la rabia es un postre caducado en el contenedor del recuerdo. El lobo es una especie protegida...los otros lobos.

(Imagen de John Everett Millais. 1.864)

miércoles, 9 de octubre de 2013

VENA MÍA

La culpa la tiene mi doctora. Y el asco. Y mi cepillo de dientes que provoca la arcada matutina. Y él y su cajón de la cómoda con su medallita de comunión de oro. Y sus corbatas enfundadas en bolsas de la tintorería. La culpa la tiene la pena y lo poco que me deja para pensar en otra cosa que no sea la lista de la compra cuando al dolor se le hace la boca agua. El pollo y sus virtudes acrobáticas en la sartén. El boquerón frito y la sardina al horno. Sus cartas bancarias sobre el mantel de la depresión y mi quiebra intestinal. Mi casa huele bien a pesar de todo. Aún conserva el vaho del amor en el techo. Cada mañana esquivo al duelo el contorno de un ángel en los azulejos de la cocina. Cada noche acaba estrellándose en un vaso rojo. No duele. Necesito que me haga llorar en vena. Morir por esto sólo te asegura una buena incineración y una coral de plañideras de serie. ¿Por qué callan los hijos de Olot? ¿A quién temen? Esta cuarentena de vida no es vida. Odio la fluoxetina. Me queda grande de sisa y de orgullo. La doctora tiene razón: Nadie merece ser notificado en el olvido. Hay que andar de nuevo. No lleves adornos, ni piel ni ropa. Corre. Corre hoy detrás de otro ángel, maldita sea. Que te señale el sitio donde mejor paguen el oro por miligramo de felicidad. Que alguien perdone a los que crean en tu inocencia.. Vendo medalla de un infante con fin benéfico. La libertad no es tan cara como piensan. Pero a veces da mucho asco.



jueves, 23 de mayo de 2013

LIMBIOSIS

 

Decir o cantar a pulmón. Al  precipicio no le importa aniquilarnos. Somos un nudo de lana en el caos original. Hablar, escribir sin pensar porqué. La caída debe ser automática.  Deténganse un segundo en la belleza: nunca toca suelo pero tampoco se cura con la diálisis de una nube.  Eso es importante. Tanto como soñar un hijo que enumere lo que nunca pudimos hacer nosotros mismos. Escuchen los primeros balbuceos. Ahí es donde reside lo cierto. Luego olvidamos. El hijo no existe aunque sea el momento exacto para un arrullo. Pero hay hijos que no nacerán nunca porque olvidan que tienen que nacer. Están a medio parir entre el destino y la niebla. Les damos de comer, extraemos la leche desde la disonancia horripilante de la realidad. No decimos hambre, decimos bebe. Él o ella vocalizan hojarasca, viento, adiós. Ensayan el dédalo de un futuro sórdido. Vienen coronados de laurel y una máscara natalicia en blanco carnaval. Así fuimos. No lo recordamos. Pero alguien nos enseñó a callar. Tal vez porque aún no estamos aquí. O porque  nadie lo entendería. Ni falta que hace. Quiero teta. Y otro mundo.
(Fotografía de Valentín Toledo )
 

domingo, 10 de febrero de 2013

HERMANO LOBO

Olvidar la noche

Donde todo comienza

Qué rezar y encima de qué cuerpo

Acábame en la venia del agua y del pan

Sin más penitencia sino tú

Hermano lobo

Malherido de fe

Sacrificas

La negación

A pesar de las balas

Sino yo, que no fui, no espero

Duermo ahora

Un recuerdo dulce

Ocupará tu lugar cuando despierte

Ese animal manso

Aterido por el frío

 

martes, 5 de febrero de 2013

DOPING



El argonauta traspasa el dique surfeando sobre la madre de la fiebre. En las noticias, una calavera habla sobre la mano izquierda de su asesino.  Hay restos de hueso y pólvora entre los labios de la memoria. Piernas y brazos cercenados como muñones secos implorando el arrepentimiento de los feligreses. Mártires de la misericordia sin título ni sepulcro bajo el mármol de los templos. Nuestra niñita invierte un reloj de arena que oscila juguetón entre su índice y pulgar. Cuenta en cinco segundos su agonía. Yo que tanto quise no tengo ya valor. Oremos por la gula del plancton (voz en off. Interferencia canalla: Voy a comerte el corazón). Todo es relativo menos el hambre. Tu brújula devora en el sur el ansia de un hundimiento. Cinco segundos más. Vena, toma mi sangre y devuélveme la garganta. Concédeme la licencia de los cuerpos celestes. Y otro amanecer más en la clemencia de los expatriados. Uno, dos, tres…

 

domingo, 30 de diciembre de 2012

CONJURO PARA EL MAL DE OJO




Distinguir una cotorra de una gaviota
 Usar gafas cristalinas en las tinieblas
 Proteger la fórmula original del alba
 Del falso precio de la corona
 Mirar al mar de frente y desde atrás
 Con escamas de ballena azul
 Hacer sopa boba de gallina vieja
 Celebrar la tempestad para que el rayo parta
 Al que no sepa hacer de la risa un puro semental
 Calentar las manos al que tiembla
Bajo nuestro techo y custodia
 Hervir en la noche y cribar el deseo
 Del sudor excesivo de la franela
 Mojar un calcetín en café
 E inmolar las líneas del destino
 En un pie desnudo
 Nombrar huésped distinguido
Del atlas carnal
Al ángel custodio
 
 Volver al mar. Pisar la arena.
  Despedir pues, sin pañuelitos blancos,
 A las olas que van, lamen y desaparecen
Que no hay oro, ni baile, ni coronas
 Digan lo que digan los naufragios
 En sus últimas jaculatorias